PREPARACION

1.   Hierve el agua y la sal en una cacerola grande; vierte la polenta lentamente en agua hirviendo, batiendo constantemente hasta que se revuelva toda la polenta y no queden grumos.
2.   Reduce el fuego a bajo y cocine a fuego lento, revolviendo con frecuencia, hasta que la polenta comience a espesar, aproximadamente 5 minutos. La mezcla de polenta aún debe estar ligeramente suelta. Tape y cocine por 30 minutos, batiendo cada 5 a 6 minutos. Cuando la polenta esté demasiado espesa para batir, revuelve con una cuchara de madera. La polenta está lista cuando la textura es cremosa y los granos individuales están tiernos.
3.   Apaga el fuego y revuelve suavemente 2 cucharadas de mantequilla en la polenta hasta que la mantequilla se derrita parcialmente; mezcle 1/2 taza de queso Parmigiano-Reggiano en la polenta hasta que el queso se haya derretido. Cubre y deja reposar 5 minutos para espesar; revuelve y prueba la sal antes de transferirlo a un tazón para servir.
4.   Cubre la polenta con 1 cucharada de mantequilla restante y aproximadamente 1 cucharada de queso Parmigiano-Reggiano recién rallado para decorar.
5.   Acompañalo con salsa roja, carne de res, salchichas o lo que prefieras.